La consciencia es un concepto complejo que ha sido objeto de estudio de filósofos, neurocientíficos y psicólogos a lo largo de la historia. Se puede definir como la percepción subjetiva de la realidad y la experiencia interna del ser humano.
Hay muchas teorías sobre la naturaleza de la consciencia, y aún no existe un consenso universal sobre su origen y funcionamiento. Algunos filósofos, como René Descartes, han argumentado que la consciencia es un aspecto inmaterial de la mente, separado del cuerpo físico. Otros filósofos, como John Searle, argumentan que la consciencia es un emergente propiedad de los sistemas físicos complejos, y que no puede ser reducido a una simple propiedad material. Además, existe una corriente filosófica conocida como fenomenología, que se centra en la experiencia subjetiva de la consciencia. Según esta corriente, la consciencia es un fenómeno único que se debe estudiar en sí mismo, sin recurrir a explicaciones reduccionistas o materialistas.
En cualquier caso, lo que es claro es que la consciencia es un aspecto fundamental de la mente humana y que su estudio puede proporcionar una mayor comprensión sobre la naturaleza humana y la vida. La comprensión de la consciencia también tiene implicaciones importantes en el campo de la ética y la moral, ya que nos permite evaluar la responsabilidad de nuestras acciones y decisiones. La consciencia infinita metaforicamente se asimila a los efectos del hongo amanita muscaria, un organismo que puede alterar y transformar nuestra percepción de la realidad. Es asi cómo al consumir el hongo amanita muscaria, nuestros sentidos y percepciones pueden ser alterados de manera significativa, llevándonos a un estado de consciencia diferente. De la misma manera, la consciencia puede alterar nuestra percepción de la realidad y cómo percibimos el mundo que nos rodea.
Desde un enfoque ancestral, la consciencia no se reduce a un proceso puramente físico y biológico, sino que es un regalo sagrado otorgado por los seres divinos de la naturaleza en una conexión profunda con el mundo antiguo y los espíritus. A través de esta conexión, podemos aprender y crecer, y llegar a una mayor comprensión de nuestro propósito y lugar en el mundo, esta comprensión de la consciencia nos lleva a una mayor apreciación de nuestra propia dignidad y valor como seres humanos, ya que nos reconoce como parte integral de la Pacha Mama y como seres responsables de cuidar y proteger la naturaleza, la consciencia divina no se limita a una experiencia sensorial o intelectual, sino que es una conexión profunda con la divinidad y una comprensión de su presencia en todas las cosas.
En la conexión con el mundo antiguo, el hongo amanita muscaria es visto como un medio para alcanzar un estado de consciencia alterado que permite conectar con la consciencia divina. Este hongo, conocido por sus propiedades alucinógenas, es utilizado en ciertas tradiciones ancestrales para lograr una mayor conexión con la naturaleza y los espíritus del mundo antiguo. Sin embargo, es importante destacar que esta práctica se lleva a cabo con gran respeto y experiencia de los riesgos asociados con el uso de alucinógenos.
En conclusión, sobre la conexión divina el hongo amanita muscaria es visto como un medio para lograr un estado de consciencia alterado y establecer comunicación en el astral con la naturaleza y los espíritus del mundo antiguo, pero esta práctica debe llevarse a cabo con gran respeto, experiencia y conciencia de los riesgos asociados con el uso de alucinógenos, para ayudar a comprender la verdadera naturaleza de la realidad y nuestro lugar en ella.
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